Translate

viernes, 2 de marzo de 2012

Café, copa y puro ¿Fútbol a las 4?

Café, copa y puro Qué pocos fumadores de puros quedan. A Dios gracias por aquello de la salud. Pero no tengo más remedio que acordarme de aquellas tardes de fútbol de los años 50 en Bardin o La Viña envueltas en olores añejos a faria o habano. Uno, nada más de terminar de comer, bajaba de su casa, cogido de la mano de su padre y se encaminaba al Ivory La Ibense, Bar Club o cualquiera de los muchos bares con sabor a fútbol o toros que poblaban las calles alicantinas. Allí, entre la niebla nicotínica, escuchaba con reverencia las historietas herculanas de la pandilla futbolística de tu padre. Que si aquel partido con el Barça que diluvió, que si yo vi jugar a Samitier, que si aquél fútbol de “juego raso y patá a la seja” era más efectivo… Si me hubiesen dicho entonces que en el futuro vería partidos del Hércules un viernes a las 9 de la noche como el otro día (por cierto qué partido serio y de empaque realizó el Hércules ante el Barça B), un sábado a las 8 o un domingo a las 12 de la mañana me habría parecido increíble. Porque el fútbol, como los toros, tenían sus horas sagradas. Con el sol en lo alto y la parafernalia post comida de café, copa, puro o “sigarrito” con marcha hacia el estadio y “charreta” futbolística incluida. Y antes de que se hiciera de noche a casita. Pero todo cambia, al menos aparentemente. Y a qué velocidad. Sin ir más lejos el viernes pasado. Un Hércules al que en Huelva parecía que se le habían escapado las ideas y las fuerzas, en menos de una semana hacía que el Barça B de los Rafinha, Kikos y demás futuras figuras del fútbol de toque exquisito y embaucador se dedicara ¡a dar pelotazos! ante la tela de araña tejida por un Hércules mandón y poderoso. El fútbol, según decía Valdano es un estado de ánimo. Muchas son las cosas que deben influir en los jugadores para que las cosas les salgan más o menos redondas: estado físico, pico de forma, entrenamientos de la semana y si me apuras hasta el horóscopo del día. Se estudian los videos del rival, se planifican las comidas, se procura entrenar a la misma hora del partido… Todo para llegar a la hora del partido en el momento óptimo y preciso. Pero, en una liga tan igualada en potencial futbolístico entre los equipos como la actual por lo visto no basta con esa super-preparación metódica. Hace falta también que el factor azar se decante un poco hacia tu bando en forma de gol tempranero, penalti a favor, expulsión contraria o tantos y tantos detalles nimios que a veces inclinan la balanza hacia uno u otro lado. Si tenemos jugadores capacitados y que están por la labor, entrenador con preparación y dedicación máxima, estadio con un césped que le da sopas con onda a la mayoría de los de Primera División, afluencia de espectadores muy aceptable para la categoría… ¿qué nos falta para que las victorias en el Rico Pérez sean una costumbre repetida y no tengamos que irnos a Cartagena o Barcelona para verlas con naturalidad? No lo sé, la verdad. Sólo sé que hoy es sábado, he tomado café, pero no copa ni puro, estoy en el Rico Pérez con mis hijos y nietos, me lo voy a pasar pipa y tengo el convencimiento de que vamos a ganar al Sabadell, comenzando de paso una racha que nos va a llevar a donde todos queremos y muchos eluden mencionar. Las 4 de la tarde. Hora de victoria grande y herculanismo a tope. Macho el Hércules

No hay comentarios:

Publicar un comentario