En el camino
Ayer en Tudela, tras el gol de Javi Flores
Observar ayer en Tudela
la piña que formaron tras la consecución del gol de Javi Flores, los componentes del banquillo, además de los jugadores y los
doscientos herculanos provenientes de
toda España que allí nos encontramos es una señal extraordinariamente positiva
y esperanzadora.
Esto de las promociones es muy complicado. Influyen tantos
factores. Climatología, un error tonto, actuaciones arbitrales, factor suerte...
La suma de todos debe favorecerte al final.
Es importante que aquello que depende únicamente de ti se
tenga potenciado al máximo. La puesta a punto física y mental de todos los
jugadores, jueguen o no. El ambiente de los aficionados herculanos absolutamente incondicional con el equipo. El ambiente
mediático que añada dosis de ilusión colectiva a la ya existente.
Hay que generar una creciente y enorme presión que,
partiendo de los jugadores se transmita a las gradas y fuera de ellas a la ciudad,
provincia, otros equipos y ciudades, estamentos de la Federación, colectivos arbitrales…
Una presión autocontrolada e inteligente. Apasionada y
firme. Los herculanos sabemos mucho
de ello. El que venga al Rico Pérez, escuche, lea o vea, esté en Alicante o no,
debe sacar una impresión nítida: “Estos del Hércules saben lo que quieren, van
a por todas y son grandes”.
Como ocurría hace ahora 80 años en el 1936 del Hércules de
los Blázquez, Mendizábal, Pérez Maciá, donde un equipo recién ascendido
a Primera y sin figuras era mencionado como ejemplo a nivel nacional por la prensa especializada de entonces.
Como en aquél artículo publicado en el diario madrileño “La Voz” el 4 de julio de 1936 donde se concluía
“Para que pase a la historia
Un Club acierta
al fijar como gasto de equipo aquella cantidad que sabe puede superar con la
entrada media de su ciudad. Este ha sido
el milagro del
Hércules.
El Hércules ha
logrado reunir un equipo económico sobre la nómina.
No ha pagado
cuantiosos traspasos. El quid está en saber elegir por el menor dinero posible
los mejores jugadores al alcance. Un conjunto, en suma, del que no quepa
esperar grandes milagros; pero un equipo que haga un buen papel, justifique y
hasta sobrepase con éxito deportivo y económico el dinero que cuesta.
Se me dirá que
esto sobre el papel es sencillísimo; pero que luego en la realidad...
Hablamos sobre una
realidad conocida de todos: el Hércules.”
RIENZI
(Diario
madrileño La Voz (4 de julio de 1936)
Macho el Hércules
