Viento de cola
Costó despegar. Tuvimos un despegue accidentado con algunos
tropiezos. Pero una vez alcanzada la velocidad de crucero tenemos viento de
cola. La nave herculana se desliza
con una seguridad y suavidad notables. 10 puntos de 12, la eliminatoria de copa
resuelta con cierta solvencia y lo más importante de todo, en mi opinión:
cuando llego a mi asiento del Rico Pérez
y comienza el partido mi sensación es de gran confianza en la victoria. Una
sensación que hacía tiempo no sentía.
Los números, al principio preocupantes, se van acercando a
números de líder. Equipo menos goleado del grupo, y segundo más goleador.
El eterno debate sobre la falta de un delantero goleador se
ha silenciado. Los goles llegan desde todas las posiciones .En jugadas
combinadas, ensayadas, desde fuera del área…
Incluso la “inocencia” que se le achacaba al equipo en
momentos puntuales como a la hora de matar los partidos o de entrar en el
cuerpo a cuerpo se ha transformado en un “saber hacer” y seguir la norma del gran
sabio Giulano de que en futbol no se
puede regalar nada y hay que ser más listo que el contrario.
Pero esto es tan largo, herculanos…Llevamos
9 jornadas de 38. Habría que continuar esta magnífica racha durante varias
jornadas más para poder alcanzar lo que todos esperamos y consideramos
necesario para el objetivo final: alcanzar el liderato.
A propósito del revuelo organizado con la eliminatoria
copera contra el Barça, confieso que lo que más me gustaría es que el Hércules
recibiera allá por Junio algo similar a lo que recibió el año 1934
Y a los jugadores, por si les sirve, que pregunten a viejos
o menos viejos aficionados cómo jugaban y se comportaban en el césped jugadores
como Humberto, Maciá, Pérez, Giuliano, Ramón, José Juan, Ernesto, Saccardi, Rodríguez, Baena…y tantos otros que supieron crear
y mantener esa ilusión que ahora parece volver crearse en torno a unas siglas y
unos colores que supieron causar admiración en toda España ya desde antes de la
Guerra Civil.
Ojalá las futuras generaciones herculanas os recuerden como aquellos que fueron capaces con su
juego y esfuerzo de llevar a la nave herculana
a las cotas que su historia y afición merecen. El empeño es de todos.
Macho el Hércules
