Así de claro. Señores rapsodas del fútbol, inventores del fútbol, entrenadores virtuales y demás especialistas de esto del balón redondo. Seguís la tradición tan arraigada en la terreta de tirar a todo lo que se menea, a veces desde convicciones futbolísticas sinceras y otras desde el más puro voyerismo desde la barrera de a ver cuándo se arma el lío.Basta escuchar las retransmisiones televisivas. A la mayoría de poetas del fútbol que proliferan hoy día les gusta más un buen caño o un control exquisito que un remate de cabeza o un patadón a la escuadra.
En mi opinión, la manera de jugar de este Hércules en el Rico Pérez, salvando las enormes distancias, se parece más al Barça de Luis Enrique o la Selección de Lopetegui que a cualquier otra forma. Se intenta la posesión. Se intenta presionar en campo contrario. Se intenta elaborar la jugada desde el toque, se intenta sobar la pelota hasta que aparezca un hueco...y se remata poco. ¿Esto es bueno o malo ? Si se gana, buenísimo. Si no, fatal.
La teoría de que el Hércules es el Madrid o Barça de la categoría y debe jugar arrollando a todo lo que se menee con posesiones del 90 por ciento y goleadas históricas semana tras semana es no sólo descabellada sino creadora de falsas expectativas. El presupuesto actual del Hércules no arrolla a nadie. Hay una buena plantilla con algunos buenos jugadores, pero no cracs. Si igualan la entrega física y mental de los adversarios posiblemente tengan más probabilidades de ganar por calidad, pero en ningún caso de organizar paseos militares.
El realismo desde la modestia debería ser lo que impregnara al herculanismo de hoy. Realismo no exento de ilusión, por supuesto. Realismo de lucha, de afán de tratar de hacer bien las cosas, para, poco a poco, rearmarnos e ir reconquistando tantas cosas perdidas. Y eso requiere, en el campo, despojarse de artificios y ensoñaciones pasadas y pelear día a día, punto a punto, gol a gol, con el cuchillo del herculanismo entre los dientes hasta conseguir la meta que nos abre al futuro. El ascenso.
El realismo desde la modestia debería ser lo que impregnara al herculanismo de hoy. Realismo no exento de ilusión, por supuesto. Realismo de lucha, de afán de tratar de hacer bien las cosas, para, poco a poco, rearmarnos e ir reconquistando tantas cosas perdidas. Y eso requiere, en el campo, despojarse de artificios y ensoñaciones pasadas y pelear día a día, punto a punto, gol a gol, con el cuchillo del herculanismo entre los dientes hasta conseguir la meta que nos abre al futuro. El ascenso.
Hoy será el Villareal B, cuyo presupuesto desconozco, pero no me extrañaría nada que doblara al nuestro, a la vista de los fichajes que hacen. Después Alcoy, en su mítico y difícil Collao, At Baleares con miles de euros alemanes apoyándole...y un largo etc de obstáculos que debemos superar de la manera más práctica, posible. A lo bonito, a lo feo, a lo práctico, pero siempre con una premisa indiscutible e innegociable: la entrega total a unos colores y una afición. Es así como iremos recuperando lo que nunca debimos perder.
Como hizo el Hércules de Arsenio que se mantuvo en Primera codeándose entre los grandes, con las críticas de los de siempre que acusaban al equipo de ser demasiado defensivo.
Primer obstáculo a superar: Villareal B. A por ellos equipo.
Macho el Hércules
18 Octubre 2010 Gol de Trezeguet al Villareal
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